Son escasos los conocimientos sobre la etnohistoria de Quetzaltenango. Sin embargo, se cree que en épocas remotas no existía más que una laguna, que con el paso de los años se fue sedimentando. Según el Diccionario Geográfico (1984:29), una de las particularidades es que la cabecera sigue estando en el mismo lugar en que se fundó unos mil años antes de la conquista y hasta la fecha nunca ha cambiado de ubicación, por el contrario, ha ido creciendo más dentro del valle del Altiplano.
El origen del nombre aún no se ha determinado con exactitud, pero en El Título Real de don Francisco Izquín Nehaíb, fechado en 1,558 (Recinos 1984:18), se menciona a Culahá, Ah Xelahuh como nombre de Quetzaltenango. Los k'iche'es dieron a este lugar el nombre de Xelahuh y Xelahúh Queh (Lugar de los diez venados) o el día 1 Queh de su calendario.
La actual cabecera también es mencionada en relación con guerras comunes de K'iche'es y Kaqchikeles de 1,552 (Recinos 1984: 145), con el nombre de Xelahuh como el nombre que tuvo en el período indígena de la época del rey Quicab, y el Diccionario Geográfico (1984:29), afirma que, quizá por mala copia u otro motivo pasó a escribirse como Xelahub. El texto agrega que el pueblo, quemado antiguamente por Ah Chiyú, Ah Chi Ckix, Halic y Tabanal, fue conquistado por los zotziles y tukuchés. En el Popol Vuh (Recinos 1979:144) se le menciona como Xelahuh.
Según Carmack (1979, 181) “después de que Pedro de Alvarado mató a Tecún Umán preguntó a los indígenas mexicanos que lo acompañaban ¿Cuál es el nombre de la montaña? Le fue dicho, Quetzaltenango es como se llama señor: Luego Quetzaltenango (será nombrado) porque un gran capitán murió (allí)”.
En 1825 obtuvo el título de ciudad, por decreto de la Asamblea Constituyente, mencionándose como Quezaltenango. Algunos escribieron posteriormente Quetzaltenango, indicando que provenía del lugar en que abundaban los quetzales (pharomacruz moccino) basándose en el título de Ixquin Nehaib de 2558. Este último nombre también lo confirma el Diccionario Geográfico (1984:31), en él se explica que como se desprende de varios documentos oficiales y de la normalización llevada a cabo, su verdadero nombre es Quetzaltenango. Más tarde, este nombre se oficializó por el Decreto-Ley número 92-84 tanto para el departamento como para la ciudad.
Años después de la Independencia, el 2 de febrero de 1838 los pueblos del Altiplano Occidental y del Oeste, que incluía parcial o totalmente los actuales departamentos de Quetzaltenango, Totonicapán, Sololá, San Marcos, Quiché, Retalhuleu y Suchitepéquez, se consideraban lesionados con la política central y en defensa propia decidieron segregarse y valerse por sus propios medios para formar el Sexto Estado en la República del Centro. Así lo hicieron ver los Pueblos de los Altos en el Acta Memorable Pronunciamiento de Quetzaltenango de Segregación de Guatemala. Se eligió un gobierno provisional, integrado por los licenciados Marcelo Molina, José Antonio Aguilar y José María Gálvez, quienes enviaron copia del acta al secretario del Despacho del Supremo Gobierno del Estado de Guatemala.
Posteriormente, se inició la construcción de la metrópoli de Quetzaltenango, construyéndose el área del parque central con copias de edificios de Grecia. Así se construyeron el Edificio Rivera, el Pasaje Enríquez, el Banco de Occidente, primer banco privado que funcionara en esta metrópoli y la Casa de la Cultura, por mencionar algunos.
A la vez se construyó el primer ferrocarril eléctrico que viajaba hacia la Costa Sur y se unía a los ferrocarriles nacionales. Su sede estaba en lo que ahora es la Brigada Militar.
De 1950 al 64 crece la ciudad, es necesario hacer hincapié que en este tiempo se establecieron más fábricas, puesto que ya existían las fábricas Cantel y Capuano. El establecimiento de la Cervecería Nacional y la Embotelladora Nacional contribuyeron a formar la estructura económica que fue dibujando lo que más tarde sería la metrópoli de Occidente y la segunda ciudad del país.